El sofá es sin duda unos de nuestros muebles preferidos. Y no es por casualidad, ya que gran parte del tiempo que pasamos en casa, es precisamente sentados o recostados cómodamente en él.
Con amigos, en pareja, en familia e incluso con nuestras mascotas, el sofá se ha convertido en mucho más que un simple mueble, ya que nos permite disfrutar de experiencias, confidencias y de grandes momentos.
Pero, ¿conoces la historia del sofá? ¿Te has dado cuenta de la importancia que ha cobrado este mueble en los últimos 100 años?
Pues bien, cuenta la leyenda que toda esta comodidad de la que seguimos disfrutando hoy, se la debemos a los antiguos sultanes de los países árabes que fueron los primeros en hacer uso de este mueble a modo de trono. Pero a diferencia de las sillas convencionales de la época, se les añadía cojines y tejidos para que resultaran mucho más cómodos. Aunque también existe la teoría de que los antiguos egipcios ya utilizaban algo similar al sofá, pero no tan cómodo y efectivo para el descanso como los que empleaban los árabes.
Sin embargo, fueron los romanos los que introdujeron un nuevo uso del mismo. En la antigua Roma, el sofá conocido como triclinium, se situaba en los comedores de las casas, lugar dónde únicamente los hombres de la clase alta podían recostarse para comer, conversar o recibir a sus invitados. Los esclavos, las mujeres y los niños no podía disfrutar de estos privilegios en aquella época. Menos mal que todo eso ya ha cambiado!
Con estos antecedentes, el sofá se convirtió en un producto de lujo destinado solo a los más afortunados y ricos. Pero con la revolución industrial, este tipo de mobiliario se popularizó llegando a la incipientes clases medias occidentales.
Desde ese momento, el sofá se ha convertido en un imprescindible para todos nosotros, ocupando un lugar privilegiado dentro de nuestras casa, y no solo en el salón, sino también el las habitaciones, terrazas y jardines. Tanto es así, que se ha transformado en el centro de muchas escenas de series y películas ya míticas, donde toda la trama se desarrolla alrededor de él.
Ejemplos de ellos hay cientos, pero nosotros nos quedamos con los que más nos gustan. Por supuesto, con el sofá de la conocidísima serie The Simpsons, donde Bart, Lisa, Homer y toda la familia se reúne para ver la tele. O con la irrepetible serie Friends, donde el grupo de amigos queda en la cafetería Central Park en su inconfundible sofá naranja, o con el sofá estampado de “Matrimonio con hijos” tan de moda en miles de hogares americanos de la época.
Y tal es el éxito del sofá y de todo lo que ocurre en él, que se ha convertido, gracias a varios TV Shows, en lugar de confidencias y confesiones de los más famosos. Presentadores e invitados se sientan cómodamente en el sofá acercándose a la audiencia y creando un espacio íntimo y muy personal. Políticos, cantantes, actores, escritores o periodistas se han abierto en canal ante millones de espectadores contando sus miserias. Y es que conocer la vida de los otros narrada por los propios protagonistas nos gusta; nos gusta mucho y no lo podemos negar… y sino que se lo pregunten a Bertín Osborne y a las cifras de audiencia de su programa.
Pero si lo pensamos un poco, cuántas intrigas, historias y misterios nos podrían desvelar los sofás si hablaran, verdad? Sofás como los de la habitación oval de la Casa Blanca, o el sillón de Marilyn Monroe o el sofá de Kurt Cobain, verdad?