Cuando compramos un sofá estamos encantados con su aspecto reluciente, con ese olor a nuevo que invade la habitación y con ese tacmantento tan agradable al pasar la mano o apoyar la cara en él. Sin embargo mantener estas condiciones con el paso de los meses, las mascotas, los niños, las manchas, el polvo, los pies, los restos de comida y las innumerables vivencias diarias, no es sencillo.
Hoy te explicamos lo sumamente fácil que es tener la tapicería de tu sofá reluciente con el paso del tiempo sin apenas despeinarte, gracias a la innovadora Tecnología Aquaclean® y a unos sencillos trucos de mantenimiento y limpieza que te ahorrarán mucho tiempo.
Aspirador, ¡sí, gracias!
En primer lugar, recuerda que los sofás con Tecnología Aquaclean® incorporan en sus tejidos un tratamiento que facilita que el pelo y el polvo no se adhieran a sus telas. Aún así, para un mejor mantenimiento, es buena idea pasar un par de veces por semana el aspirador entre los cojines para retirar las posibles migas o pelusas que se cuelan y quedan atrapadas de alguna forma entre los pliegues del sofá. Aunque esto parece evidente, no imaginas cuánta gente omite este paso durante la limpieza diaria del salón, dejándose gran cantidad de suciedad olvidada, que a la larga, acorta la vida de la tapicería de tu sofá.
Además, si el sofá lo tienes colocado contra la pared, no olvides retirarlo para poder aspirar la parte trasera, donde a causa del poco espacio suele acumularse mucho polvo, tanto en la tela como en la pared. Y no está demás sacudir los cojines en la terraza, con lo que no solo conseguiremos que cualquier partícula de polvo o pelo adherida desaparezca, sino que también los mantendremos mulliditos.
Fuera manchas, con agua y poco más…
Una vez hemos eliminado cualquier posible resto de tierra, migas, polvo o pelos, toca revisar que no haya ninguna mancha de alimentos o restos orgánicos. En caso de localizar alguna, la Tecnología Aquaclean® (y es aquí donde viene lo bueno) permite evitar desmontajes incómodos, lavadoras o tintorerías, ya que el problema lo podemos resolver fácilmente con productos al alcance de cualquiera.
Sólo te hará falta una bayeta o tissue y un poco de agua, y en apenas unos minutos de frotado comprobarás cómo la mancha desaparece de tu tapicería como por arte de magia. En caso de ser una mancha un tanto rebelde, puedes ir más rápido añadiendo unas gotas de jabón al agua y verás como, ahora sí, puedes despedirte de la mancha.
Visita nuestra sección “Cómo limpiar” y descubre qué fácil es limpiar cualquier tipo de mancha ocasional del día a día de nuestro sofá.
Rozaduras por el uso diario
Si vemos que la tela está un tanto mostosa por el uso diario y el roce, el proceso de limpieza de la tapicería es similar.
Aunque existen productos que se venden como específicos para el limpiado de tapicerías, lo ciertos es que suelen ser bastante caros y los resultados que obtendrás son apenas imperceptibles. Nosotros te recomendamos preparar una mezcla casera libre de químicos evitando así que puedan dañar tu salud, la tapicería de tu sofá y el medio ambiente, dejando unos resultados perfectos.
Tan solo te hará falta calentar un vaso con agua y echarle un chorrito de jabón neutro como los que se venden para lavarnos las manos. Mezclamos bien el producto y con ayuda de una bayeta repasaremos toda la superficie suavemente mediante movimientos circulares, haciendo especial hincapié en aquellas zonas donde la suciedad sea más evidente.
Y ¡voilà!, tu sofá olerá a las mil maravillas y volverá a tener ese aspecto y ese tacto que tanto nos enamoró el primer día. Como ves, de una forma sencilla y rápida conseguimos mantener la tapicería de nuestro sofá, sillón o sillas como nuevos y sin gastar un céntimo, ¿qué más se puede pedir?